En una jornada electoral que captó la atención internacional, Zohran Mamdani, un político de 34 años nacido en Uganda y autodefinido como socialista demócrata, se convirtió en el nuevo alcalde de la ciudad de Nueva York, marcando un hecho histórico para la política estadounidense.
Con una amplia ventaja sobre sus competidores, el exgobernador Andrew Cuomo, que se presentó como independiente, y el republicano Curtis Sliwa, Mamdani alcanzó el 50,4% de los votos con el 91% del escrutinio completado. Su triunfo fue celebrado en el Teatro Paramount de Brooklyn, donde el flamante alcalde dio un discurso cargado de simbolismo y esperanza.
Durante su intervención, Mamdani destacó el papel de los inmigrantes en la construcción de la ciudad y reivindicó su propio origen:
“Nueva York seguirá siendo una ciudad de inmigrantes, una ciudad construida por inmigrantes, impulsada por inmigrantes y, desde ahora, liderada por un inmigrante”, expresó ante una multitud entusiasta.
El nuevo alcalde también agradeció a la diversidad de votantes que lo apoyaron —desde trabajadores, enfermeras y pequeños comerciantes— y prometió gobernar “con y para el pueblo”.
En un mensaje directo al presidente Donald Trump, quien había advertido a los neoyorquinos sobre las consecuencias de votar por un candidato progresista, Mamdani respondió con tono firme:
“El futuro está en nuestras manos. En este momento de oscuridad política, Nueva York será la luz”.
Con este resultado, la ciudad más poblada de Estados Unidos vuelve a colocarse en el centro del debate sobre el rumbo político del país y la influencia de los movimientos progresistas en los grandes centros urbanos.